miércoles

Baila el chaman

El sol y la luna bailan, se unen y separan, en amorosa guerra tejen mitos y leyendas. Sobre las agua el árbol sagrado crece, sus raíces penetran las olas y el inframundo, y sus ramas atraviesan los diáfanos cielos, sus frutos, mágicos, son estrellas. Formas encantadas crecen en un tiempo sin tiempo en los países de Colombia, entre montañas, ríos y selvas llenas de alucinadas mitologías, de transformaciones de hombres, máscaras de los sentidos, animales y espíritus, redes, radares, ondas, patrones de energía son su cosmogonía; Fusiones de hombre, naturaleza y animales, juego de símbolos y sentidos, el sueño y la vigilia. El shaman baila y canta, los pensamientos rítmicos vienen, mira a través del arco, eleva su varita cargada de poder, invoca los animales auxiliares, dice los mitos, se aventura por los reinos del espíritu, lucha contra demonios, escucha como murciélago, se eleva como pájaro y desciende y en la selva como jaguar, camina silencioso, cargado de poder  resplandece con la voz del trueno, arde en su cuerpo la sangre del sol y su reflejo. La primigenia naturaleza se desliza entre las aguas del gran día como una anaconda, que es el rio y los peces las astillas del árbol sagrado,  sus raíces atraviesan el mundo de abajo y más allá, y sus ramas se extienden sobre el mar,  sobre  ríos  selvas y montaña y más allá de donde moran pensamientos y los dioses.

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